Instagram es una de las redes sociales más usadas en la actualidad y no hay ningún secreto en eso. Es común encontrarse artículos en revistas y diarios que hablan sobre su popularidad. Es una excelente herramienta para compartir fotografías y videos de muy buena calidad, hecho que favorece en gran medida a fotógrafos profesionales y artistas audiovisuales en general. Aunque no sólo a ellos, si tenemos en cuenta que en la práctica lo usa casi todo el mundo, desde Gal Gadot hasta el panadero de la esquina.
Sí, sin duda es una gran red social y con un gran mercado. Mucho de ello se debe a que cuenta con una gran aplicación para teléfonos móviles que incluso permite editar las fotografías de forma muy simple y con conocimientos mínimos. Eso es maravilloso, porque hace que todos se sientan fotógrafos de vez en cuando. Hasta aquí todo bien, pero la cuestión con Instagram es que un gran, gran, gran problema: es enemiga confesa de los planes de datos de Internet móvil. Y es que supongo que muchos de ustedes la han usado y habrán notado lo cómoda que es bajo redes WiFi, pero lo peligrosa que es cuando te conectas con datos móviles, sobretodo si tienes telefonía prepago, aunque de igual manera te verás afectado siendo postpago.
La aplicación tiene un sistema de carga automática de fotografías y videos que no ha tenido grandes modificaciones desde sus inicios. Esto da la sensación de fluidez a la hora de ver las fotos y reproducir los videos. El problema con esto es que tiene un costo muy elevado, constantemente está descargando grandes cantidades de información. Recuerdo haber leído en alguna parte que la compañía ha afirmado que todo esto lo hace con el fin de garantizar una buena experiencia para los usuarios de Instagram. Y bueno, pues si ese es el caso, creo que no soy el único que no califica el consumo de datos desmedido como una «buena experiencia».
Desde hace un tiempo, no sé si por presión social o por algún tipo de revelación intelectual divina repentina por parte del cielo a sus desarrolladores, Instagram cuenta con una opción para «usar menos datos». No obstante, esto es sólo eso, una opción para usar menos datos, pero «menos» desde el punto de vista de ellos, claro, porque para el usuario promedio sigue siendo un sumidero de dinero. De hecho, el añadir esta opción parece tratarse, más que nada, de una especie de placebo para los críticos, porque lo único que hace es que los videos y las fotos tarden más en cargar, dando tiempo a que el usuario navegue entre las publicaciones sin que estas se alcancen descargar totalmente. Yo mismo he probado esta opción y sí es cierto que el consumo disminuye, pero lo que se reduce es realmente muy poco. Instagram sigue consumiendo datos como si no hubiera un mañana para gastarlos. De hecho, este sistema sólo deja en evidencia el otro gran problema que tiene la aplicación: la calidad de las imágenes que se cargan. Aunque algunas publicaciones tarden más en cargar, las que logran hacerlo, lo siguen haciendo a la mayor calidad disponible y esto sigue siendo una forma descontrolada de consumo. El usuario promedio desea ver fotografías y videos, pero no todos con la misma calidad y sería bueno que los desarrolladores tuvieran esto en cuenta en algún momento. Entiendo que busquen mantener siempre una buena experiencia para los usuarios, pero parecen estar pasando por alto el hecho de que buscar el bienestar de sus bolsillos también hace parte de esa buena experiencia. ¿Qué les cuesta permitir que el usuario decida si quiere o no cargar los videos y con qué calidad hacerlo? Es algo tan simple como eso, poner una opción y que el usuario decida. Eso sí que es pensar realmente en la comodidad de los usuarios, ¿no les parece?
- Inicie sesión o registrese para enviar comentarios